Necesitas:
· Una vela verde.
· Una vela malva claro.
· Una vela blanca.
· Una foto de la persona que tiene que mejorar.
· Un recipiente.
Debes tener en cuenta que, aunque este ritual se puede realizar a cualquier hora del día, la mejor hora para hacerlo son las doce del mediodía.
Coloca las tres velas juntas en un recipiente, formando un círculo alrededor de la fotografía. Se enciende primero la vela de color malva, en segundo lugar la verde y por último la blanca.
A continuación, en profundo recogimiento y con mucha fe, realizas una invocación al Espíritu Santo y repites la siguiente oración:
"¡Oh, Espíritu Santo, alma de mi alma, (se dice el nombre de la persona que está enferma), yo te adoro, ilumíname, guíame, consuélame en mi enfermedad, y fortifícame para recuperarme y encontrarme bien. Dime qué debo hacer, dame tus órdenes, te prometo someterme a todo lo que quieras de mí, aceptaré todo lo que tú me permitas que yo haga o que me suceda. Solamente te pido un gran favor, mejorar mi estado físico y encontrarme con una buena salud. Si lo logro, podré ayudarme a mí mismo y a las personas que me rodean. Sólo te reclamo que me des tu voluntad. Te doy las gracias, Espíritu Santo, por haber escuchado mi humilde petición!".
Al terminar, guardas unos minutos de recogimiento y, una vez transcurridos los treinta minutos que tienen que estar ardiendo las velas, las apagas con las yemas de los dedos.
Al día siguiente, las vuelves a encender y llevas a cabo el mismo ritual. En enfermedades largas, como depresiones, se debe realizar esta receta durante un tiempo largo, que puede ser de hasta tres meses.
RECUERDA:
Las tres velas tienen que arder durante treinta minutos cada día, y realizarás el ritual durante el tiempo que sea necesario, todos los días.
